ABAJO
LA MONARQUÍA
El
próximo día 19 Felipe de Borbón será proclamado rey. La
abdicación de Juan Carlos a causado una conmoción en todo el
Estado. La caída en picado de la popularidad de la monarquía,
envuelta en todo tipo de escándalos, a propiciado poner en marcha
una
operación que cambie el monarca para que todo siga igual.
Pero esta maniobra, contrariamente a lo que pretendían, ha sido el
detonante para el surgimiento
de un movimiento masivo por la república.
La
misma tarde del anuncio de la abdicación las plazas de las
principales ciudades se llenaron de gente reclamado un referéndum y
la república.
La
exigencia de un referéndum para elegir la forma de estado es
totalmente comprensible, es un derecho democrático básico. No
tenemos que aceptar que nos impongan un jefe del estado que no lo ha
elegido nadie. A su padre lo eligió Franco, Felipe será el
heredero del sucesor del sangriento dictador. El argumento de que ya
se votó la Constitución que entronizaba a la Monarquía es
engañoso.
Las
Cortes que hicieron la Constitución no fueron verdaderamente
Constituyentes, no se pudo elegir entre República o Monarquía.
Esta había sido impuesta ya. La
Constitución fue el pacto entre el aparato de estado franquista,
las fuerzas de derecha y el PSOE y el PCE, para darle carta de
naturaleza “democrática” y continuidad a la institución
impuesta por el dictador.
Si se quería tener ciertas libertades había que aceptar la
Monarquía sí o sí. Cuando se votó por primera vez el 15 de junio
de 1977 los partidos a la izquierda del PCE, que habían llevado una
tenaz lucha contra el franquismo, no eran legales. Tuvieron que
presentarse bajo otras denominaciones de coaliciones que no conocia
nadie. El rey nombró a dedo a buena parte del Senado y sólo
tuvieron derecho a voto los mayores de 21 años, que era la mayoría
de edad del franquismo.
Esto fue así porque
querían
preservar los intereses de los capitalistas, terratenientes, obispos
y grandes funcionarios franquistas.
Alumbraron un régimen que les daba estabilidad para mantener
intactos sus privilegios, con el inestimable
apoyo del PSOE y PCE.
Aunque el nuevo rey sea
proclamado, el carácter antidemocrático de la institución seguirá
vigente. La
lucha por la república seguirá siendo legitima y necesaria.
Necesaria porque la
monarquía es el régimen tras el que se escudan los explotadores y
poderosos.
Si
queremos cambiar el actual estado de cosas al que nos han llevado
los gobiernos del PP y PSOE, los dictados de la UE y la Troika,
recuperar derechos y conquistas y dirigirnos a una salida favorable
a
l@s
trabajadores/as y el pueblo, debemos
combatir a este régimen.
Pero si en el proceso de
esta lucha los capitalistas y sus secuaces se vieran empujados a
sustituir la monarquía por una república, sería sólo una secuela
de la lucha y una forma de frenarla. Por eso al lado de las demandas
de más democracia hay que levantar reivindicaciones de carácter
anticapitalistas, que pongan en pie a l@s
trabajadores/as con sus propios métodos de lucha (huelgas,
piquetes, etc.), impulsando organismos de autoorganización que
lleguen a ser la base de una verdadera
república de l@s
trabajadores/as.
En este marco los derechos democráticos, como el de
autoderterminación, estarían totalmente garantizados.
- ABAJO LA MONARQUÍA. NO A LA SUCESIÓN. FELIPE VI NO DEBE REINAR
- IMPIDAMOS CON LA LUCHA LA MANIOBRA MONÁRQUICA
- DERECHO DE AUTODERMINACIÓN PARA LAS NACIONES OPRIMIDAS. QUE CATALUNYA CELEBRE SU CONSULTA.
- POR UN GOBIERNO PROVISIONAL DE LOS TRABAJADORES QUE GARANTICE UN PROCESO CONSTITUYENTE
- POR LA FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS IBÉRICAS
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