(declaración del GCI ante las Marchas de la Dignidad)
NO MÁS RECORTES
RECUPEREMOS LO QUE NOS HAN QUITADO:
ABAJO EL GOBIERNO DE RAJOY
El
gobierno del PP, presidido por Rajoy, centra su actividad en atacar
frontalmente a las clases populares. Los dos años y pico que lleva
en el poder se han convertido en un verdadero Bienio Negro.
Esto está llevando a la clase obrera y sectores populares a una situación límite: paro, recortes, privatizaciones de servicios públicos, leyes regresivas (aborto, seguridad ciudadana, enseñanza, etc.). Las sucesivas reformas laborales están situando a la mayoría trabajadora a un estado de indefensión casi total.
Esto está llevando a la clase obrera y sectores populares a una situación límite: paro, recortes, privatizaciones de servicios públicos, leyes regresivas (aborto, seguridad ciudadana, enseñanza, etc.). Las sucesivas reformas laborales están situando a la mayoría trabajadora a un estado de indefensión casi total.
Estos
que nos aprietan tanto las tuercas son
los que se benefician a manos llenas de la corrupción.
El PP es una organización que se financia ilegalmente,
recompensando a sus jefes con sobres de dinero negro (caso
Bárcenas). Un partido que servía como infraestructura para montar
inmensos negocios sobre la base de robar dinero público (red
Gürtel). La
masacre de Ceuta
es una buena muestra de la falta
de respeto incluso por la vida humana
de la que hace gala este gobierno, empezando por el muy católico
ministro del Interior.
Las
promesas electorales fueron sólo una triquiñuela que les asegurara
una mayoría suficiente para llevar a cabo su premeditado plan de
machaque a la población. Plan
auspiciado por los organismos europeos y la Troika
para salvar los eslabones más débiles de la Unión Europea (Grecia,
Irlanda, Portugal, etc.), que demuestran el
verdadero rostro del sistema capitalista:
la explotación y opresión de la mayoría en beneficio de una
minoría.
La
popularidad del gobierno ha caído en picado entre su propio
electorado. Sin embargo, el
gobierno no cae.
¿Por qué?
El
PSOE es un puntal del gobierno.
Rubalcaba no tiene más táctica que esperar a las elecciones de
2015. Y lo
mismo pasa con las burocracias
sindicales de CCOO y UGT.
Incluso cuando convocaron una Huelga General, lo hicieron no con la
intención de tirar al gobierno para echar atrás sus planes, sino
como una forma de presión para volver a la mesa de negociación. Y
en eso están desde entonces.
Luchar
contra la crisis y los recortes es luchar contra el capitalismo.
Lamentablemente éste no es el objetivo de esta convocatoria. El
manifiesto de las marchas habla del capitalismo para criticarlo como
causa de la crisis, pero cuando llega a las reivindicaciones se
olvida de lo dicho y sólo
pide más democracia.
Estamos de acuerdo con la necesidad de luchar por la democracia,
incluyendo la
república, el derecho de autodeterminación, la disolución de los
cuerpos represivos,
etc. Pero pensamos que la
propia situación exige continuamente poner en primer plano las
consignas de transición, anticapitalistas,
como la expropiación general de la banca y la gran empresa, el
control obrero concebido como derecho de veto de las plantillas
sobre despidos, etc, la escala móvil de salarios y horas de trabajo
(con indexación de los salarios con la inflación y la reducción
de jornada sin reducción salarial), etc.
Son
consignas de transición porque sólo
las puede aplicar un gobierno de los trabajadores
y porque son pasos previo al programa máximo, el
de la abolición del capitalismo, la propiedad privada y el trabajo
asalariado.
Aunque aún no
hemos entrado en una situación abiertamente revolucionaria,
en la que se pueda luchar directamente por aplicar de estas
reivindicaciones, la obligación de los que nos consideramos
“anticapitalistas” es difundir y popularizar estas consignas.
La
gravedad del ataque hacen necesaria una respuesta al mismo nivel,
uniendo
todas las luchas
en curso. Las
Marchas de la Dignidad
responden a esta necesidad. Las organizaciones que están detrás
abarcan el abanico completo de las que han protagonizado las más
sonadas de las últimas luchas populares. Aunque las direcciones de
CCOO y UGT como tales no convocan, muchos sindicalistas de estas
centrales están participando en la organización y han sacado un
manifiesto de apoyo.
Por
eso, Las Marchas
se pueden convertir objetivamente en un gran acto que escenifique la
unidad de acción
entre todos los sectores
y
organizaciones de la clase obrera y
las capas populares
frente al enemigo común, para
tirar al gobierno,
más allá de las consignas concretas bajo las cuales se realiza la
acción.
Grupo
de Comunistas Internacionalistas,
16
de marzo 2014
TODOS A LAS MARCHAS DE LA DIGNIDAD,
TODOS A MADRID
ABAJO EL GOBIERNO DEL PP
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