una
crisis institucional galopante:
REVELADA
LA PODREDUMBRE DEL PP
El
impulso reaccionario del gobierno Rajoy finalmente ha embarrancado.
Durante su primer año de mandato, apoyados en su mayoría absoluta
parlamentaria, Rajoy se había lanzado a un ataque sin precedentes
contra las condiciones de vida y las conquistas sociales de los
trabajadores. Parecía que tenía vía libre para hacer lo que
quisiera.
Desde
luego se fue encontrando con protestas, dos huelgas generales e
innumerables movilizaciones de empresas particulares, de los
trabajadores de los servicios sociales que están siendo liquidados y
también con las protestas populares contra los desahucios y los
privilegios de los “políticos”, que se enraizan en el 15M.
Y
tampoco es que no fueran saltando escándalos de corrupción, pero
hasta ahora ni siquiera se parecían a los que amargaron los últimos
años de Felipe González.
Sin
embargo, las revelaciones que han hecho públicas dos diarios, hasta
ahora enfrentados y ahora trabajando al alimón, han
detonado finalmente una profunda crisis política e institucional que
ha dejado al gobierno casi en la cuneta.
BÁRCENAS
Y LOS SOBRES
El
caso Bárcenas seguía silenciosamente su curso. Luis Bárcenas,
gerente, tesorero y senador del PP, acusado de cobros ilegales,
había abandonado -al menos eso anunciaron- sus cargos, su puesto de
senador y hasta la afiliación al PP en 2010. Con el sobreseimiento
de su caso y el alejamiento del juez Garzón, estaba consiguiendo
salir de rositas de su relación con la trama “Gürtel” (la red
de corrupción montada por el empresario Correa que abarcaba a
sectores enteros de la dirección del PP en Valencia, Madrid y otros
lugares).
Pero
el descubrimiento de que Bárcenas tenía 22 millones de euros en una
cuenta en un banco suizo abrió la caja de los truenos.
Todo
el plan del PP se fue al garete. Hasta entonces, no sólo negaban
cualquier responsabilidad en las irregularidades que haya podido
cometer Bárcenas, sino que también lo protegían bajo mano,
dotándole de sueldo, coche oficial, secretaria, permiténdole seguir
usando su despacho años después de haber sido “despedido”.
¡Parece ser que incluso pagándole la seguridad social!. Está claro
que Bárcenas tiene información que puede hacer volar al PP por los
aires. Por eso cuando ha visto la posibilidad de acabar en la cárcel
de pronto le llegan bombazos informativos al Mundo
y El
País.
El
18 de enero de este año, El
Mundo
publicó la impactante información de que, al acabar la reunión
informal de dirigentes del PP que se celebraba en su local central de
c/Génova todos los primeros lunes de cada mes, cada asistente pasaba
a la habitación contigua donde Bárcenas le entregaba sobresueldos
ilegales en sobres. Y esto ha ido ocurriendo durante un período de
tiempo bastante prolongado, desde 1987 hasta 2009. Primero como
gerente y luego como tesorero, bajo Hernández Mancha, Fraga, Álvarez
Cascos, Aznar y Rajoy, este cobro de dinero negro se había
convertido en tradición en el partido, hasta que, según este
periódico, Dolores de Cospedal le puso fin.
Cuando
todo el país estaba en estado de shock ante la revelación, “El
País”
publicó lo que parece una contabilidad manuscrita por Bárcenas de
la caja B del PP durante 18 años (1990-2008, aunque faltan los
apuntes de 1993-6), que muestra que durante ese tiempo el PP recibió
millonarias donaciones ilegales por parte de las empresas
constructoras y Mercadona y que ese dinero lo usó en sobresueldos
ilegales para los dirigentes del PP (evidentemente se debió quedar
también una cantidad para él, porque sus negocios bursátiles y de
compra-venta de arte difícilmente explican el dinero que Bárcenas
ha atesorado en Suiza). A diferencia de las revelaciones de “El
Mundo”,
esta vez Rajoy y Cospedal sí aparecen prominentemente entre los
beneficiarios del dinero negro.
Aunque
sigue habiendo dudas sobre los detalles y aunque las revelaciones de
ambos diarios son contradictorias en el detalle, lo que de pronto
quedó claro ante todos es que
los que no paran de exigirnos austeridad y sacrificios llevan años
cobrando en negro sumas millonarias.
CORRUPCIÓN
GENERALIZADA: CONSUSTANCIAL AL CAPITALISMO
El
escándalo es mayúsculo. El principal partido de la burguesía
española resulta ser una pandilla de corruptos cuyos dirigentes
llevan décadas cobrando comisiones ilegales de las grandes empresas.
Precisamente en un momento en que la corrupción, vía Undargarín,
empieza a manchar a la Casa Real, en el mayor momento de descrédito
ante las masas de todo el entramado político del régimen de la
Transición, el partido encargado de aplicar las medidas exigidas por
la burguesía para recuperar sus beneficios, dotado de mayoría
absoluta para hacerlo, ha quedado tocado del ala, quizá
definitivamente.
No
nos entristecemos por la revelación de toda esta podredumbre. La
percepción de que existe corrupción generalizada en todas las
esferas tiene un efecto deslegitimador del poder público. Sin duda
algo positivo porque es imposible que las masas se encaminen hacia la
revolución, que no es más que el derrocamiento del poder
establecido por fuera de sus propios mecanismos de reforma, sin que
el régimen político haya perdido toda su legitimidad. Y la
revolución proletaria es nuestro objetivo.
Pero
no hay que exagerar este aspecto positivo. La forma ideológica que
está tomando a nivel de masas esta constatación tiene aspectos
totalmente reaccionarios. Y no faltan los que los explotan. Ahí está
la demagógica campaña “contra los políticos y sus privilegios”,
desligada de la función de esos mismos políticos de garantizar el
orden capitalista, campaña que lejos de facilitar la toma de
conciencia crítica contra el sistema la frena, porque lo que hace es
encubrir a los capitalistas detrás de sus instrumentos políticos.
Una campaña que atizan múltiples sectores dentro y fuera del
Movimiento 15M, a la que capitulan muchos sectores de “izquierda”
y que se entronca en las campañas “contra los políticos” de los
fascistas de los años 30.
Es
indigno de socialistas, comunistas, revolucionarios proletarios, usar
formulaciones “populares”, de moda, pero que puedan usarse por
los demagogos y fascistas. Por ejemplo, desde estas hojas venimos
denunciando que una parte de la izquierda sindical y política
critica a las burocracias sindicales colaboracionistas de CCOO y UGT
con expresiones a las que resulta fácil darles la vuelta y usarlas
contra los trabajadores: de consignas antiburocráticas se convierten
en consignas antisindicales.
Lo
mismo ocurre con la corrupción. Hay quien alienta fórmulas como “ya
sabemos dónde va el dinero de los recortes: a los sobres”. Esto
sólo alimenta la idea ingenua de que la corrupción ha sido la
causante de la crisis. De aquí surgen dos conclusiones rápidas.
Primero, que cada corrupto tiene su parte de culpa, los políticos
primero, pero también los trabajadores que cobran subsidio pero
trabajan en negro, etc. Por lo tanto, “hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades”. Y la segunda, que no habría crisis, o
sería menos grave, si hubiera “honradez pública”, si hubiera un
“gobierno honrado”.
Pero
es al revés. La corrupción, el cobro de comisiones ilegales, los
privilegios desorbitados de los políticos y jueces en virtud de su
cargo, todo era posibilitado por los grandes beneficios que se daban
en un determinado período. Y salen a la luz cuando la coyuntura
cambia, comienza la crisis, los beneficios no dan para tantos gastos,
la burguesía exíge recortes y estos privilegios de la
superestructura tienen que ser recortados. Con los privilegios de los
políticos pasa lo mismo que con las conquistas y hasta el empleo de
los trabajadores: tienen como condición un beneficio suficiente de
la patronal.
Cuando
estalla la crisis, que no es más que una detención de la
acumulación de capital, una detención de la inversión causada por
una disminución previa del beneficio, la patronal clama por
liberarse de esas “cargas”. Y lo consigue porque el sistema
capitalista sólo funciona con beneficios y porque el poder político
no es autónomo sino un instrumento de la burguesía para mantener
las condiciones que le permitan obtener beneficios suficientes.
Por
eso las consignas demagógicas contra los “privilegios” son
fácilmente retomadas por la burguesía. Reducir liberados
sindicales, quitar el sueldo a parlamentarios autónomos y
concejales, son medidas que el PP está impulsando, no por oposición
a los privilegios sino porque van en el sentido de recortar el gasto.
¿Políticos
corruptos? Sí. Pero si hay corruptos, es que hay corruptores.
¿Quienes son? De acuerdo con la contabilidad publicada por El
País,
salvo Mercadona todas las empresas que pagaban comisiones ilegales al
PP que luego se distribuían a los dirigentes son del sector de la
construcción. Es decir, del motor del llamado (por ellos) “milagro
económico español” de la época de Aznar.
Que
la corrupción sea tan llamativa en España en comparación con otros
países no tiene que ver sólo con nuestra “cultura política”
frente a los “civilizados” ingleses o franceses. Tiene que ver
con que la forma que adoptó en España el “miniboom” de
1997-2007, el “milagro español” de Aznar, fue la de una burbuja
inmobiliaria. Pero la construcción no es una industria como las
demás. El precio de las viviendas incluye, además del costo de
producción y beneficio medio, el precio del suelo. Pero el precio
del suelo es un recargo monopolista sobre el precio, es la
capitalización de la renta del suelo, la cual puede cambiarse dentro
de ciertos límites por medios políticos (recalificaciones, Ley del
Suelo, etc). Así, la construcción depende mucho más de los favores
específicos del poder que la industria o la banca, que se pueden
contentar con una legislación en general favorable. Por eso se
aseguran de estos favores mediante la corrupción directa.
Desde
luego, el poder político no puede crear de la nada un beneficio. El
sobrebeneficio que obtenían las constructoras mediante la venta a
precios que incluían una renta urbana creciente, representaba
plusvalor, trabajo no pagado de los trabajadores del resto de la
economía. El sobrebeneficio de las constructoras era una deducción
del beneficio general. Por eso el resto de la burguesía sólo podía
aceptar esta situación mientras pudiera aprovechar algo invirtiendo
sus excedentes en la construcción, pero a costa de no hacer otras
inversiones. Sin embargo, una vez reventada la burbuja inmobiliaria,
toda la burguesía pierde, y la situación de privilegio en el acceso
al poder político de que disfruta el sector inmobiliario molesta al
resto de la burguesía.
¿QUÉ
SALIDA POLÍTICA BUSCA LA BURGUESÍA?
Los
dirigentes del PP (y sus periódicos afines, ABC
y La
Razón)
están siguiendo la línea de Rajoy, esperar que escampe, que no pasa
nada. Pero se engañan a sí mismos. Sí pasa. Y si Bárcenas sigue
ofreciendo revelaciones, pasará algo muy gordo para ellos. El PP
entero se reventaría.
Es
difícil saber lo que tienen en mente medios como El
Mundo
al sacar este escándalo. Pero una cosa es segura: el
hundimiento del PP no necesariamente es el hundimiento de la
burguesía.
En
1992 ocurrió algo parecido en Italia. La campaña contra la
“tangentopoli”, las “Manos Limpias” (“Mani Puliti”)
combinó acciones judiciales con movilizaciones en la calle contra la
corrupción generalizada (y el contubernio con la Mafia) en el poder
político. Los principales partidos de la burguesía, los pilares del
régimen italiano de posguerra, centralmente la Democracia Cristiana
y el Partido Socialista Italiano, volaron por los aires, con sus
dirigentes juzgados o huidos. Esto se unió a la desintegración del
PCI, que de stalinista “policentrista” pasó a “eurocomunista”,
a abandonar la denominación “comunista”, y finalmente ha acabado
convirtiéndose en un partido burgués, el “Partido Demócrata”
que tiene de modelo al partido de Clinton y Obama. Lo sucedido, el
fin de la “primera república”, puede definirse como una
“revolución política” desde arriba, una “revolución pasiva“
como diría Gransci.
¿Cual
fue el resultado? Lega Norte, Bossi, Berlusconi (por no hablar de
banqueros católicos como puestos a la cabeza de la “izquierda”
como fue Prodi). El poder político en Italia cayó en manos de
politicos burgueses aún más aventureros y corruptos, o bien en
manos de “tecnócratas” como Monti. Y la respuesta “popular”
contra esto, el “Movimiento 5 Estrellas” de Beppe Grillo, un
movimiento que es una marca comercial registrada por Grillo y su
colaborador (dos multimillonarios) que une eclécticamente denuncias
contra “los políticos”, reivindicaciones de “izquierda” y
exabruptos racistas.
Es
que movilizarse simplemente contra los corruptos sin señalar a los
corruptores, y además confiando en los jueces, lejos de ser en sí
mismo “subversivo”, aunque pueda conducir a la ruina de un sector
completo de políticos burgueses, igual puede acabar siendo una
salida para el capitalismo en general. ¡Cuidado con los que preparan
una salida “a la italiana!
Es
difícil saber si El
Mundo,
un sector de la gran burguesía, un sector del PP, UPyD, o lo que
sea, tienen un plan así, por si el PP llegase a reventar. Sería
importante saberlo. Pero no cambiaría las cosas. Es prácticamente
imposible que nadie en Italia tuviera previsto lo que iba a acabar
ocurriendo. Pero tampoco hubo miedo por parte de la burguesía.
Porque
una movilización ciudadana contra la corrupción nunca puede poner
en peligro el poder del capital. Sólo lo puede hacer una
movilización obrera contra el capitalismo.
¿ELECCIONES
ANTICIPADAS?
Es
un clamor: este gobierno no puede continuar. Pero si debe caer
inmediatamente, ¿qué lo debe sustituir?
Rubalcaba
ha pedido la dimisión inmediata de Rajoy porque no tiene autoridad
moral para pedir sacrificios al pueblo. Vale, pero se deduce que para
el PSOE lo que hace falta es un gobierno con “autoridad moral”
para pedir más recortes. Incluso, como parece sugerir Rubalcaba, uno
que salga del propio PP. Pero Cayo Lara va un paso más allá y pide
elecciones anticipadas. Esto es así porque IU sigue acariciando su
sueño de ser Syriza y llegar al poder por las urnas a corto plazo.
Sin
embargo, las
elecciones anticipadas no son salida para la clase trabajadora. Un
gobierno “honrado” que saliera de ellas no sería más que un
instrumento más eficaz para aplicar los recortes.
Y de unas elecciones anticipadas no saldría ahora más que otra
variante del apoyo a las medidas que la Unión Europea solicita, que
la patronal exige. La agitación de IU es completamente reaccionaria.
Al denunciar que la “corrupción degenera la democracia” en lugar
de decir que la pone al desnudo, siembra ilusiones en la posibilidad
de una democracia “regenerada”, “honrada” pero aún
capitalista.
La
tarea inmediata del movimiento obrero y de masas sigue siendo la de
la resistencia, la de la movilización extendida en el tiempo,
generalizada y cada vez más coordinada para echar atrás los
ataques. Pero, ¿con qué perspectivas?
UNA
SALIDA EN BENEFICIO DE LA CLASE TRABAJADORA Y LOS SECTORES POPULARES
Comisión
de investigación independiente, control obrero, no a los cierres y
despidos
Las
revelaciones de la prensa han sacudido a la opinión pública. Pero
aunque, para los que conocemos la catadura moral de los gobernantes
resulten creíbles las acusaciones, no se debe bajar la guardia. “El
inMundo”
sigue siendo el periódico de la teoría conspirativa del 11M. “El
País”
publicó sus revelaciones inmediatamente después de tener que
retirar una edición entera por publicar una fotografía de Hugo
Chávez convaleciente que resultó falsa. La clase trabajadora no
puede dar un cheque en blanco de credibilidad a estos periódicos
vendidos en cuerpo y alma al capital. Ni tampoco se puede confiar en
jueces y policía, cuyo comportamiento hacia las reivindicaciones
populares demuestran a las claras en qué bando están.
Para
conocer la verdad, lo que habría que establecer sería una
comisión de de investigación independiente desde el movimiento
obrero y popular.
No
es un problema sólo de corrupción, especialmente no es un problema
de que hay gente que cobró en sobres. Es también el problema de los
que pagaron los sobres, las empresas de la construcción que
consiguieron así contratos millonarios. Es también el problema de
la banca, que no necesita comisiones ilegales para tener en el
bolsillo al poder político. Es también el problema de los políticos
que entran en consejos de administración al acabar su mandato. Es el
fraude fiscal generalizado que llevan a cabo las empresas
(responsables del 75% del fraude fiscal en España, como denuncian
los técnicos de Hacienda), es su fuga de capitales. En última
instancia, es el problema del increíble excedente, (producto del
trabajo no pagado de la clase trabajadora) en manos de la burguesía,
que ésta esconde, usa en gastos parasitarios o suntuarios y que no
reinvierte en la producción.
La
comisión de investigación, junto con el control obrero (control y
derecho de veto de los trabajadores y sus representantes sobre
cualquier medida de la empresa que los afecte), la apertura de los
libros y la abolición del secreto comercial a lo que deben tender es
a revelar la verdadera magnitud de la explotación, del latrocinio
legal e ilegal que comete la clase capitalista contra los explotados.
Un latrocinio que va mucho más allá de la corrupción, porque no es
una irregularidad sino el mismo corazón del funcionamiento de este
sistema.
Es
prácticamente imposible avanzar en imponer este programa sin
regenerar los sindicatos.
No hay forma de avanzar en la resistencia si no se vuelve a convertir
a los sindicatos en herramientas de lucha de la clase trabajadora
para lo cual es necesario restablecer la democracia sindical,
expulsar a la burocracia privilegiada, independizar a los sindicatos
con respecto al estado, tanto financiera como políticamente. Que
esto es una necesidad imperiosa es evidente, el mismo Toxo al ser
reelegido como secretario general de CCOO en su último congreso ha
planteado medidas superficiales, que no resuelven el problema, pero
lo reconocen, como reconocen que es una de las causas del descrédito
sindical.
Abajo
las exigencias de la UE
Todas
las medidas contra los trabajadores tomadas desde mayo de 2010, ya
sea por Zapatero, ya sea por Rajoy, se han justificado por el euro.
Esto y los resultados de los rescates en Portugal y Grecia han
acabado por desnudar suficientemente ante las masas el carácter de
instrumento de guerra contra las conquistas de los trabajadores que
tiene el euro.
Parar
los recortes, salvar los servicios públicos, echar atrás las
contrarreformas laboral y de las pensiones, impedir los ERE´s,
despidos y cierres, no es posible sin romper con la Unión Europea ni
echar abajo al euro. Si salvar a éste se pone como condición, como
hace Syriza en Grecia, no se conseguirá nada. Las
necesidades del pueblo y la continuidad del euro son incompatibles.
No porque sea necesario ir hacia atrás, hacia la peseta y el
capitalismo nacional, sino porque hay que ir hacia adelante, hacia la
planificación económica supranacional por parte de la clase
trabajadora.
Por
un gobierno de los trabajadores
Es
necesario luchar ya por estas medidas. Se trata de medidas que hay
que imponer. Como se está imponiendo desde la calle el fin de los
desahucios, se debe imponer el fin de los cierres, el fin de los
despidos, el fin de los recortes salariales. El control obrero hay
que ejercerlo desde ya. Es un asunto de relación de fuerzas que
decide la lucha, no de ajustarse a tal o cual ley.
Sin
embargo, todo lo que se consiga desde abajo hay que consolidarlo
desde arriba o si no se pierde.
No hay cosa más dañina que la reaccionaria ideología anarquista,
anarcosindicalista, autónoma o cualquier otra variante, que sólo
habla de lucha reivindicativa y no de la necesidad de conquistar el
poder. Ninguna
de estas medidas inmediatas, por no hablar de cambios más profundos,
puede conseguirse sin que el poder cambie de manos. La clase
trabajadora debe tomar el poder.
“Tomar
el poder” no implica un audaz golpe de mano. No puede ser algo que
ocurra de un día para otro. Cuando los trabajadores toman el poder,
significa resolver en su beneficio una situación de doble poder, es
decir, una situación en la que parte del poder ya estaba en sus
manos (o mejor dicho, la burguesía ya no tenía todo el control).
Esto es posible cuando existen organismos de masas, democráticos y
revolucionarios, surgidos de la propia clase trabajadora, que no
funcionan en colaboración con los órganos del estado capitalista
sino mediante la acción directa, organismos que exceden lo puramente
sindical y empiezan a tomar un carácter político. Organismos del
tipo de los soviets o consejos obreros. Estos
organismos tienen que surgir de la lucha unida e independiente de la
clase trabajadora, no pueden surgir a partir de una lucha “ciudadana”
interclasista.
Este
gobierno no debería durar un día más. El clamor para que caiga
debe generalizarse. Pero no se trata de realizar una maniobra
parlamentaria ni de pedir elecciones anticipadas. Se
trata de tirarlo mediante la acción de las masas, mediante una
huelga general. El gobierno que lo sustituya debería ser un gobierno
de los trabajadores, de la ciudad y del campo, de la fábrica y la
oficina, nativos y extranjeros, con y sin empleo.
Debería surgir de las organizaciones que están a la cabeza de las
luchas obreras y populares, los sindicatos y los movimientos sociales
como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o algunas asambleas
barriales del 15M.
Es
necesario rechazar de antemano toda posibilidad de gobiernos “de
concertación nacional”, de “unidad”, gobiernos de “técnicos”
o cualquier otra posibilidad de gobierno burgués, comprometido con
las medidas de Bruselas, con salvar al capitalismo, que se nos
presentaría como un gobierno “honrado”.
Que un gobierno así consiga establecerse viene facilitado por la
lamentable propaganda “antipolíticos” que impulsan desde
sectores del 15M hasta Constituyentes, el Frente Cívico Somos
Mayoría de Anguita, el “Partido X”, etc. Todo lo que sea centrar
la atención de las masas en la “falta de democracia” por los
sueldos de los parlamentarios y que no haya listas abiertas significa
desviarla de que la causa de sus sufrimientos son las medidas para
salvar el capitalismo que un gobierno “honrado”, “austero”,
salido de listas abiertas, pero también capitalista, no sólo se
vería también forzado a aplicar sino sino que lo haría incluso con
autoridad reforzada.
Por
el contrario, lo
que hace falta es un gobierno de los trabajadores que abra el camino
al socialismo.
Grupo
de Comunistas Internacionalistas
15
de marzo 2013
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