Huelga
General14N:
ES
EL MOMENTO DE PARARLES LOS PIES
El
14 de Noviembre, la “cumbre social” cuyas fuerzas principales son
CCOO y UGT convocan huelga general. CGT ha desplazado para ese día
su convocatoria de huelga general. El mismo día va a ser de lucha en
gran parte de Europa, tanto la rescatada como la “opulenta”. Va a
ser una jornada histórica.
La
Huelga General, respuesta necesaria ante la magnitud de los ataques.
Los
ataques han sido muchos y muy profundos: La sangría de ERES en
empresas con beneficios, la reforma laboral, las subidas de
impuestos el IVA, el IRPF (nada de tocar el Impuesto de sociedades,
el de patrimonio o las SICAV) las bajadas de salarios y los despidos
de trabajadores públicos. La situación es ya insostenible, el
desempleo es de 5.778.100 trabajadores, llegando más allá del 25%
de la población activa, 400.000 familias desahuciadas de sus casas
y sin ingresos.
Pero
para la Comisión Europea es poco. Piden más. Sin embargo, la
perspectiva de un rescate inminente nos pinta un panorama de más
miseria todavía. Solo tenemos que mirar a Grecia, donde, después
de haber impuesto un día más de trabajo a la semana y donde ya ha
habido una bajada generalizada de salarios por más de un 25%,
despidos de funcionarios y bajada de las pensiones aún están
votando más medidas de ahorro, que suponen desde nuevas bajadas
salariales, recortes de pensiones y despidos de 25.000 funcionarios.
Y como único resultado ¿qué?.. el empobrecimiento de la clase
trabajadora y la destrucción de más empleo.
Los
convocantes de la huelga no quieren llevar la lucha hasta el final
Esta
huelga general está por lo tanto, plenamente justificada. Pero esto
no significa que CCOO y UGT, principales promotores de la cumbre
social que es quien convoca, ni la Confederación Europea de
Sindicatos (CES) están dispuestos a llevar una lucha consecuente.
Están comprometidos con la preservación del euro y la Unión
Europea. Y no solo eso, sino que se encuentran dispuestos a aceptar
recortes a cambio de que sean negociados y que se acompañen con una
utópica política de “estímulos”.
Es
por eso que en vez de convocar abiertamente ellos, como
organizaciones obreras, convocan usando la llamada “Cumbre
Social”. Se trata de un frente interclasista, que incluye una
patronal y organizaciones policiales y militares. Más allá del
carácter marginal de estas “fuerzas” (el sindicato derechista
de funcionarios CSI-F, que no era marginal, ha roto con la Cumbre y
no se suma a la huelga) lo importante es que están ahí para
simbolizar una alianza “ciudadana” que llama a hacer una huelga
también “ciudadana”, “de la sociedad”. Con ello quieren
mellar el carácter de clase, proletario, de la huelga así como la
agudeza de la lucha de clases.
En
realidad, es lo mismo que hacen los “movimientos ciudadanos” que
critican a CCOO y UGT. 15M, Constituyentes, 25S, Plataforma en Pie,
Frente Cívico... cada uno a su manera propone salir del atolladero
cambiando la constitución e introduciendo más “democracia”
Todos ahondan la ilusión en la falsa solución de intentar resolver
la crisis más profunda del capitalismo desde 1929 simplemente
haciendo algún cambio cosmético al régimen. Pero esta crisis que
es del capitalismo, se cerrará o aplastando a los trabajadores o
con la victoria de los trabajadores sobre el sistema capitalista.
Por eso la política que se impone es la del frente único obrero,
la de clase contra clase y no la de unir a los “ciudadanos”.
Una
huelga europea
La
necesidad de que la lucha de los trabajadores sea internacional es
un hecho objetivo. Hace tiempo que debería haberse avanzado en esta
línea.A pesar de los límites que tiene la convocatoria,
principalmente por quien la dirige y como la plantean, no deja de
ser un gran avance.
En
España y Portugal hay una huelga general de 24 horas. En Grecia,
los sindicatos GSEE y ADEDY han adelantado su paro general, de 48
horas, al 6 y 7 de noviembre ante la inminente votación en el
Parlamento griego de un nuevo plan de ajuste. No obstante, para el
14N han convocado un paro general de tres horas. En Italia, la CGIL
ha convocado un paro general de cuatro horas. En Bélgica, las tres
centrales belgas, junto con la CES, se concentrarán en las
embajadas de Grecia, Portugal, España e Italia, donde entregarán
varios escritos de protesta y solidaridad. Las organizaciones
territoriales valonas han convocado huelga general para ese día. En
Francia Alemania y Rumanía hay convocadas manifestaciones. En
Austria, Polonia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suiza y Suecia se
celebrarán diversos actos de solidaridad con los países europeos
del Sur y de apoyo a la jornada europea de lucha. En Finlandia habrá
acciones mediáticas y políticas para reclamar el respeto a los
derechos de los trabajadores. También en República Checa y
Eslovenia hay convocadas manifestaciones contra los recortes, pero
el 17 de noviembre.
Esto
es un gran paso adelante. No perdamos de vista que ni la CES, ni
CCOO ni UGT tienen ninguna intención de que la movilización se
desborde. Más bien se han visto obligados a convocar ante la
presión desde abajo. Con esto se ha roto la “hoja de ruta” de
la Cumbre Social. Ésta partía de pedir al gobierno que convocase
un referéndum sobre las medidas que no se hubieran mencionado en la
campaña electoral del PP. Si no convocaba, se organizaría una
“consulta popular” y luego habría una huelga general. Pero ésta
ha llegado sin referéndum y sin consulta popular. Se han visto
obligados a convocarla porque por todos lados surgen plataformas y
encierros de empleados públicos por fuera de los sindicatos, que
ven como se desmantelan los servicios públicos, arrastrando con
ellos a la población, como les recortan también en sus servicios
básicos, sobre todo en sanidad y educación. También las
manifestaciones del 15 M y del 25S han contribuido a cear este
estado de ánimo. CCOO y UGT pretenden cabalgar sobre el
descontento haciendo como que lo dirigen pero con la intención de
descarrilarlo.
El
papel de la CGT
La
convocatoria de CCOO y UGT ha salvado la cara a los dirigentes de la
CGT, empeñados en una huelga general suicida convocada en solitario
para el 31 de noviembre, una huelga sin el suficiente respaldo que
no iba a mostrar otra cosa, más que su debilidad ni a conseguir
nada que no sea desmoralización.
CCOO
y UGT por primera vez se han dirigido por carta a la CGT, pidiéndole
que atrase su convocatoria de huelga del 31 al 14 en nombre del
carácter internacional de la movilización convocada. De este modo,
la CGT ha salvado la cara. Pero el error sigue siendo error.
Simplemente
denunciar y denunciar la traición de CCOO y UGT no sirve para nada.
Ahí está la impotencia de CGT cuando pretende actuar sola. Toda la
clase trabajadora es consciente de que se enfrenta a un enemigo
inmenso, al conjunto de la patronal y el estado, no sólo de aquí
sino europeo. Por eso siempre surge desde la base la exigencia de la
unidad. En lugar de convertirse en un obstáculo para esta unidad,
CGT debería estar exigiéndola: debería haber sido coconvocante
del 14N en lugar de que “simplemente” ese día coincida su
convocatoria con la de las burocracias. Es que de lo que se trata es
de que quede claro ante toda la clase que son CCOO y UGT los que
rompen la unidad en cuanto la cosa se desmadra, que la
responsabilidad de la división no la tiene la CGT.
Pararles
los pies pero preparar una alternativa anticapitalista
Es
legítima la sospecha de algunos trabajadores de que una huelga
general es insuficiente, que hace falta un plan de lucha, y que
después las cúpulas de CCOO y UGT nos van a traicionar gestionando
la huelga para intentar pactar los recortes. No en vano ambas
burocracias sindicales aceptan que los sacrificios se repartan, es
decir, que parte de los recortes les parecen aceptables.
También
es comprensible que los trabajadores desconfíen cuando se dan
cuenta que el problema es político, pero que las fuerzas que se
reclaman de los trabajadores son parte del problema y no de la
solución. El PSOE de Rubalcaba está silencioso como una tumba. Lo
que se puede esperar de IU lo vemos en Andalucía donde, en nombre
de conservar los puestos han tragado con todos los recortes.
Para
frenar los ataques a los que nos vemos sometidos hará falta hacer
triunfar esta huelga y muchas más. Pero de la crisis no se sale
simplemente frenando los ataques, sufrimos una ofensiva histórica
del conjunto de los capitalistas contra el conjunto de los
trabajadores para restablecer la tasa de ganancia. Por eso no hay
margen para la reforma y no se pueden tener esperanzas en la
restitución de derechos a un momento pasado. Por eso, si se diera
una “refundación de la democracia” con una asamblea
constituyente como proponen muchos, sería simplemente darles un
respiro para continuar sus planes (Italia es un ejemplo de los
resultados de una refundación del régimen y vemos que están en el
mismo lugar). La solución pasa por que el conjunto de los
trabajadores aplaste este sistema injusto y tome las riendas.
Es
que la “Cumbre Social” en algunas cosas tiene razón; es verdad
que nos quieren robar el futuro; y que hay culpables, los defensores
de un sistema capitalista obsoleto y los que engañan diciendo que
es posible reformarlo, esto hoy es más mentira que nunca. También
tienen razón al decir que hay soluciones, pero no las que ellos
invocan. La solución es acabar con el capitalismo que nos asfixia.
La única salida que ofrece este sistema para salir a flote es
destruir puestos de trabajo y derechos de los trabajadores hasta
dejarlos en la miseria.
Las
aspiraciones de CCOO y UGT no pueden estar más lejos de querer
acabar con el sistema, ni siquiera con la actual Europa, su única
pretensión es retomar el dialogo social, es decir, seguir siendo
los interlocutores del gobierno. Es por esto que sus consignas son
tan ambigüas, no dicen tirar la reforma laboral ni tirar tal
recorte y si se les escucha bien, están clamando por retomar el
dialogo social. La total inconcreción de las cúpulas sindicales no
tiene más objetivo que salir bien parados de la afrenta y sin
responsabilidades concretas.
Lo
que hace falta es luchar por la unidad del conjunto de la clase
trabajadora, empleada y parada, privada y pública, nativa o
extranjera, una unidad para luchar e imponer medidas que desmantelen
al capitalismo: No sólo prohibición de despidos y ERE´s, no sólo
salario mínimo de 1200 €, sino también nacionalización con
expropiación de la banca y las grandes empresas (no una “banca
pública” al lado de la privada), y la puesta del conjunto de la
economía bajo control obrero.
Esto
no se puede hacer sin la constitución de un Gobierno de los
Trabajadores, no un gobierno “obrero” con la monarquía
centralista, un gobierno surgido de la lucha de las masas contra
este régimen, un gobierno que aboliría la monarquía y proclamaría
el derecho de autodeterminación de Catalunya, Euskadi, etc. Este
gobierno repudiaría la deuda, saldría del euro y la Unión Europea
y pondría todos los recursos de la economía al servicio de la
mayoría de la población.
¿Que
es difícil, que esto está lejos? Para llegar a cualquier sitio hay
que dar el primer paso, hay que empezar por la lucha por aglutinar a
todas las organizaciones de la clase trabajadora, sindicales y
políticas, en un frente único por las reivindicaciones de clase y
las democráticas. No hay otro camino.
Grupo
de Comunistas Internacionalistas
13
de noviembre 2012
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