miércoles, 9 de noviembre de 2011

Elecciones generales 20 -N

20 N:
LAS ELECCIONES MÁS VACÍAS DE LA “DEMOCRACIA”
GANE QUIEN GANE, GANA LA BANCA

Elecciones diseñadas para que las gane Rajoy
El próximo 20 de noviembre se celebran elecciones generales anticipadas. Aunque Zapatero se cansó de decir que pensaba agotar la legislatura, ni en esto fue capaz de mantener su palabra. A pesar de haber cedido antes de tiempo a la presión, dice tener la sensación del “deber cumplido”: ha hecho lo fundamental del trabajo sucio, antes de dar paso al PP.
En su intervención en el G20 el día 3, Zapatero alardeó de su “logro”. En 2009 se hablaba de los “PIGS” (cerdos en inglés), es decir, de los países europeos cuya solvencia estaba en duda y ponían en peligro al conjunto de la UE: Portugal, Ireland (o Italy), Greece, Spain. Hoy, Portugal e Irlanda han sido “rescatadas”, Grecia lo ha sido dos veces, Italia, está siendo amenazada, mientras que España es felicitada por todos los organismos internacionales. Es verdad, Zapatero lo consiguió. No nos tuvieron que rescatar. El precio para ello, 5 millones de parados. El ajuste que nos habrían impuesto lo ha hecho él solo voluntariamente.

PSOE y PP son lo mismo: reforma constitucional.
PSOE y PP están esforzándose por parecer que se pelean a degüello. Pero todo es una pose. Las muecas en los mítines no pueden borrar un hecho grande como una casa. Que a la primera indicación (una carta enviada por el Banco Central Europeo el 5 de agosto) de que debían reformar la Constitución para asegurar a los especuladores que iban a cobrar sus intereses, PSOE y PP se aliaron de un día para otro para aprobarla. Ahora hacen como si fueran a discutir en los “debates” programados, pero esta cuestión la dejan de lado.
El PP va a ganar abrumadoramente, gracias a una amplísima abstención obrera y popular pero también a un crecimiento en sus votos. Que nadie se llame a engaño. No hay detrás ningún movimiento popular reaccionario, antisindical, proprivatizaciones, contrario al estado del bienestar, como el Tea Party norteamericano. La inmensa mayoría de los votantes del PP creen que la culpa de la crisis que obligó a recortes es de Zapatero. Que las autonomías gobernadas por el PP recortan debido a la “herencia” socialista. Que el PP será mejor “gestor” y así se evitarán los recortes. El PP alimenta este malentendido mediante el contumaz silencio de Rajoy. El shock que producirán las medidas de Rajoy en el poder forzosamente harán evaporarse a gran parte de su apoyo.

¿Programa para reformar al capitalismo o programa para liquidarlo de una vez?
El PSOE va a tener los peores resultados electorales de su historia. La socialdemocracia se hunde como aparato. Pero como ideología de la posibilidad de reformar, humanizar el capitalismo, lejos de hundirse goza de buena salud. PSOE, IU, CCOO y UGT, Equo, Movimiento 15 M, todos comparten esta ideología.
Tanto el manifiesto de Democracia Real Ya como todos los documentos emanados de Acampada Sol y el Movimiento 15 M giran alrededor de lo mismo: salvar los servicios públicos poniendo “impuestos a los ricos”. La idea de que la propiedad privada sea el obstáculo está ausente. No en vano proclaman “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros” pero nunca mencionan a los empresarios... IU, CCOO, UGT, Equo, están en la misma onda.
La base teórica de esta postura política es la teoría del “subconsumo”, que dice que las crisis del capitalismo tienen lugar debido a que los trabajadores no pueden comprar lo que producen. Las medidas de austeridad, al limitar los salarios e ingresos, reducen la demanda y por lo tanto paralizan la economía. La depresión la causan las medidas que FMI, Unión Europea, gobiernos, etc, estúpidamente impulsan. Si en lugar de ello, relanzaran la demanda usando fondos públicos, no recortando salarios ni subsidios, etc, no sólo el pueblo sufriría menos sino que la “economía” se recuperaría. Los economistas de “izquierda” de moda, como Vicenç Navarro, Juan Torres o Alberto Garzón nos lo aseguran.
Esto es una ingenuidad. La causa de la crisis no es la debilidad de la demanda sino la falta de rentabilidad. No viene de la demanda, viene de la oferta. A pesar de la enorme tasa de explotación, el trabajo no pagado de los trabajadores, que forma la sustancia del beneficio, es insuficiente para valorizar un capital cada vez más grande, formado por una parte creciente de maquinaria, materias primas, etc, frente a la parte decreciente del trabajo vivo, única fuente del beneficio. Así que aunque aumenten los beneficios brutos, la tasa de beneficio es insuficiente para que se produzcan nuevas inversiones productivas. Estos beneficios se reinvierten en actividades improductivas (como las financieras) que acaban agravando la situación al arrebatar una parte creciente del beneficio total. Por eso en todo el planeta las clases capitalistas y los gobiernos, prensa e instituciones internacionales que las apoyan están por las medidas de “austeridad”, es decir, de aumentar la tasa de explotación del proletariado, en lugar de por aumentar la demanda. Ellos saben cuál es el interés de clase de la burguesía.
Incluso la coalición “Anticapitalistas” (que incluye a Izquierda Anticapitalista, Lucha Internacionalista y En Lucha) tiene deslices en este sentido. Miguel Urbán, su cabeza de lista por Madrid, entrevistado en Público (6-XI), responde a la pregunta sobre qué medidas tiene contra el paro: “Un modelo puede ser el argentino: aumentar prestaciones y nivel de renta para que se incentive el consumo y la creación de puestos de trabajo” ¡Cristina de Kirchner, un ejemplo de “anticapitalista”!!!

Es necesario levantar un programa de transición
Que no se trata sólo de una crisis capitalista sino de una crisis del capitalismo se ha convertido en un lugar común en la izquierda. Pero la mayoría de los que dicen estar de acuerdo con este aforismo no sacan las conclusiones necesarias. Si es una crisis del capitalismo, no se trata de levantar un programa para salir de la crisis capitalista sino para salir del capitalismo.
La clase trabajadora necesita democracia para poder impulsar su lucha. Pero democracia de verdad no es democracia “real”: es democracia sin rey, sin monarquía, con derecho de autodeterminación para Catalunya, Euskadi, Galiza, Canarias y demás nacionalidades oprimidas.
La clase trabajadora no puede plantearse objetivos más amplios si permite que se la siga desintegrando y degradando. Hay que acabar con el empleo precario aboliendo los contratos no fijos. Hay que defender los salarios y los servicios públicos (salud, educación, transporte, etc). Hay que permitir vivir a la gente, con salario mínimo de 1200 €, con subsidios de desempleo y pensiones indefinidas no menores al SMI. Con prohibición del despido y los ERE´s a las empresas con beneficios.
La clase trabajadora necesita unidad en sus filas para emprender la lucha: hay que eliminar cualquier discriminación a los inmigrantes, papeles para todos. Hay que democratizar los sindicatos de forma radical, acabando con la burocracia ligada al estado para dirigir de nuevo a los sindicatos contra patronal y estado, como siempre debieron estar.
Pero además hay que ir imponiendo medidas transicionales, cuya necesidad es exigida por la situación, pero que en sí mismas son inestables, forman parte del camino al socialismo. Hay que repartir el trabajo mediante la escala móvil de horas de trabajo (reducir la jornada laboral sin disminución salarial ni cómputo anual). ¿De qué otro modo se puede dar trabajo a los cinco millones de parados? Hay que vincular los salarios a la inflación, no a la “productividad”.
Para conseguir recursos no basta con poner impuestos a los ricos. Hay que expropiarlos, nacionalizando la banca y la gran industria. Para evitar que los empresarios despidan y vacíen las empresas hay que aplicar el control obrero, con la plantilla ejerciendo su derecho de veto sobre cualquier decisión de la dirección de la empresa. Esto hay que ir imponiéndolo desde abajo. Y desde luego, es incompatible con el euro y seguir en la Unión Europea.
Pero sólo un gobierno de los trabajadores puede convertirlo en ley, en cimientos del avance hacia una nueva sociedad, el comunismo, en la que el motor de la economía no sea la búsqueda del beneficio sino la satisfacción de las necesidades sociales.
 
Votar pero prepararse para las luchas
Nuestro grupo es apenas un embrión del partido revolucionario que hace falta. No tenemos capacidad de presentarnos a las elecciones, que es lo que un partido revolucionario con implantación debería hacer. Es que, a pesar de la popularidad de consignas como “no nos representan”, la inmensa mayoría de la clase trabajadora o bien va a votar o bien no vota porque no le gustan los partidos mayoritarios pero no porque haya roto con la democracia burguesa. En estas condiciones, llamamientos al voto nulo, como hace CR, nos parecen erróneos.
Desde luego, votar no va a cambiar nada en estas elecciones que ya vienen cocinadas. No obstante, votar a una opción de clase hace visible la oposición a las medidas capitalistas y facilita la construcción de una alternativa.
Sin embargo, desgraciadamente no hay muchas opciones para la clase trabajadora en estas elecciones. Es que se celebran usando la última reforma de la Ley Electoral que dificulta enormemente, imponiéndoles injustas exigencias, que se puedan presentar fuerzas extraparlamentarias.
*IU está haciendo lo de siempre. Cuando Llamazares ya no pinta nada y el PCE, con Cayo Lara, está a la cabeza, sigue con su programa keynesiano. Sigue siendo la pata izquierda del PSOE.
*El nuevo avatar del “ecologismo político”, Equo, al que las encuestas vaticinan un gran éxito, es más burgués y reformista aún que sus anteriores encarnaciones. Combina el apoyo a medidas reformistas sacadas del arsenal sindical o de IU con frases seudoutópicas. Lo que no hace es luchar contra la patronal.
*Dos organizaciones stalinistas han conseguido presentarse en muchas provincias: la UCE (más secta que partido) y el PCPE. Unos dicen que el actual gobierno chino conduce al socialismo, los otros echan de menos a la URSS. No son alternativa al capitalismo, son apologistas de la burocracia.
*Somos defensores enérgicos de la legalidad de la izquierda Abertzale y de la derogación de la Ley de Partidos. Pero en Euskal Herria no votaríamos Amaiur. Es que se trata de una coalición con la burguesía, con el nacionalismo como único punto común. Un partido abiertamente patronal, Eusko Alkartasuna, está en la coalición.
*A pesar de nuestras diferencias con ellos, comprobamos que Anticapitalistas (que consiguió presentarse en 11 provincias) y el POSI (que lo consiguió sólo en Madrid y Castellón) son las únicas candidaturas que se reivindican de la clase obrera, del anticapitalismo y del socialismo con democracia obrera. Nuestro voto irá hacia ellas.
Pero a todos los trabajadores y trabajadoras, con empleo o sin él, fijos o precarios, de aquí o inmigrantes, así como a todos los sectores explotados y oprimidos, les decimos: la lucha se reanudará el mismo día siguiente de las elecciones. Pero la simple lucha, incluso enconada, como en Grecia, no basta. Es necesario dar orientación a la lucha. Es necesario sortear todos los peligros reformistas. Y eso sólo se puede hacer de un modo: construyendo un partido obrero revolucionario comunista internacionalista, sección de la IVª Internacional reconstruida. A esa tarea se encaminan todos nuestros esfuerzos.
Grupo de Comunistas Internacionalistas
8 de noviembre 2011

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