domingo, 3 de abril de 2011

Alto a la OTAN, abajo Kadafi

ALTO A LOS BOMBARDEOS DE LA OTAN SOBRE LIBIA
ABAJO KADAFI
SOLIDARIDAD CON LAS REVOLUCIONES ÁRABES

(Panfleto repartido por el GCI en la manifestación contra la intervención de la OTAN en Libia celebrada en Sevilla el 3 de abril de 2011)
Ya van quince días de bombardeos sobre Libia, decididos por la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del día 17 de marzo. Quince días de fuego y terror, supuestamente "para defender a la población civil" pero que está matando civiles, como no podía ser de otra manera. Esto está sucediendo sobre el telón de fondo de una guerra civil que se está produciendo en Libia. Una situación muy complicada.

¿QUÉ PASA EN LIBIA?
Lo fundamental es que estalló una rebelión el pasado 17 de febrero. La revolución en marcha en todos los países árabes, que ya derribó a los tiranos en Túnez y Egipto y amenaza ahora a los de Yemen y Siria, que está extendiéndose a Marruecos, Argelia, Irak, Bahrein y otros países, llegó a Libia. Se transformó en levantamiento armado y tomó la ciudad de Bengasi con facilidad, pero se encontró con que fue aplastado en Trípoli, la capital del país. Las fuerzas de Kadafi tomaron la iniciativa y se encaminaron a Bengasi con la intención de aplastar a los rebeldes.
Todo indicaba que se iba a producir una masacre sin precedentes cuando Kadafi tomase la ciudad, visto el modo como se trató la rebelión en Trípoli. El Consejo de Seguridad de la ONU votó la imposición de una "zona de exclusión aérea" para proteger de Kadafi a la población civil. Un día después comienza la intervención militar, primero al mando de EEUU y ahora dirigida por la OTAN.

¿PORQUÉ INTERVINO EL IMPERIALISMO?
Esta intervención es paralela a la de las fuerzas de Arabia Saudí en Bahrein para aplastar la revolución, que no ha criticado ninguna potencia. Pero es distinta en que en lugar de venir a ayudar al tirano que se tambalea, aparece como apoyando a los revolucionarios. ¿Porqué?
El imperialismo no podía permitirse un baño de sangre como el que se iba a dar en Bengasi el fin de semana del 18-9 de marzo. No podía por dos razones. Deben preservar la excusa "humanitaria" para que siga siendo útil en más intervenciones, y tienen que recolocarse en la nueva situación en el mundo árabe.
*En primer lugar, durante los últimos años el imperialismo ha ido elaborando una doctrina de la "intervención humanitaria" que le sirve como excusa para sus intervenciones militares. Gracias a ella ha conseguido un notable grado de consenso social. Comparadas con la guerra de Irak, que no tenía excusa creíble, la falta de respuesta popular a la guerra de Kosovo o la invasión de Afganistán es una muestra. Pero toda esta ideología de la "intervención humanitaria" se iría al garete si el imperialismo permitía a Kadafi exterminar a los rebeldes en directo. Algo tenía que hacer.
Esto no significa que la intervención sea "humanitaria". Los partidos "socialistas" y "verdes" de toda Europa que la están apoyando cumplen su papel de embellecimiento del imperialismo y de preparación para futuras intervenciones militares, porque difunden entre las masas la confianza en los argumentos de los belicistas.
Hay una segunda razón para la intervención. El imperialismo, los Estados Unidos y Francia en particular están teniendo que maniobrar si no quieren quedarse fuera de juego en el mundo árabe. Los tiranos caídos, Ben Alí y Mubarak, no son cualquiera, eran los niños mimados respectivamente por los imperialismos francés y yanqui. Aunque el atraso y el carácter burgués de las direcciones de las revoluciones tunecina y egipcia les han dado margen de maniobra, no deja de ser claro para cualquiera que ambos países quedan debilitados tras los recientes acontecimientos.
La mayoría de los árabes que han apoyado las rebeliones, de los árabes que se están movilizando contra los dictadores, simpatizan con los rebeldes y odian a Kadafi. Al intervenir sin poner tropas de tierra (lo que la pondría en peligro de caer en otro pantano como Afganistán o Irak) la OTAN está recuperando prestigio y no perdiéndolo ante las masas árabes.
¿GUERRA POR PETRÓLEO?
La intervención de la OTAN tiene sobre todo objetivos políticos. La política es "economía concentrada". Pero eso no significa que la intervención tenga un motivo directamente económico. Es verdad que si en Libia no hubiera petróleo, no habría guerra. No sería un país importante, a nadie le importaría lo que pasa allí.
Ahora bien, gran parte de la izquierda está gritando que se trata de una "guerra por el petróleo", como fue la de Irak. Esto es absurdo. Las multinacionales ya estaban en Libia. James Petras, un "antiimperialista" poco sospechoso de encubrir a la OTAN, dice:
"El cliché favorito de la izquierda "critica" es que la invasión imperial es para "tomar el control sobre el petróleo de Libia y entregárselo a las multinacionales". Esto a pesar del hecho de que las multinacionales norteamericanas, francesas y británicas (al igual que sus competidoras asiáticas) ya "han tomado" millones de hectáreas de campos petrolíferos en Libia. Durante la pasada década, las grandes petroleras han estado bombeando y exportando petróleo y gas libio y amontonando enormes beneficios. Gaddafi dio la bienvenida a las mayores multinacionales para explotar la riqueza petrolera de Libia desde principios de los 90´s hasta hoy. Hay más grandes compañias petrolíferas haciendo negocios en Libia que en la mayoría de las regiones productoras de petróleo del mundo. Estas incluyen: British Petroleum con contrato de siete años en dos concesiones y más de mil millones de dólares en inversiones planificadas. Cada una de estas concesiones de BP explota enormes áreas de Libia, una del tamaño de Kuwait, la otra del tamaño de Bélgica (libyonline.com).(...) Oficialmente, las sanciones contra Libia sólo se levantaron bajo Bush en 2004. Claramente, con todos los países imperialistas europeos y los Estados Unidos ha explotando el petróleo libio a escala masiva, el mantra de que la "guerra es por el petróleo" ¡no se mantiene!"

¿GUERRA PARA INVADIR LIBIA?
Una parte de la izquierda dice que el objetivo del imperialismo al intervenir no es sólo apoderarse del petróleo, es ocupar o dividir Libia. Si eso fuera verdad, estaríamos ante una guerra colonial y nuestro deber sería colocarnos al lado de Kadafi contra la invasión extranjera. Pero no hay más que ver las diferencias entre los mismos "aliados" y el miedo de los Estados Unidos a meterse en otro pantano como Irak y Afganistán para darse cuenta de que esto no es así. Aunque es imposible predecir el final de una guerra, el objetivo de los aliados es recuperar la estabilidad y tener un gobierno confiable en Trípoli con el que seguir haciendo negocios. Es poco probable que esto se pueda conseguir si hay una victoria total de Kadafi, pero la única variante no es el triunfo de los rebeldes, también podría haber un compromiso entre sectores de la dictadura kadafista, tal vez encabezada por uno de sus hijos, y los rebeldes. El objetivo central de la OTAN no es derribar a Kadafi sino recuperar la estabilidad.

GRAN PARTE DE LA IZQUIERDA SE COLOCA AL LADO DE KADAFI
Una parte considerable de la izquierda, mayoritaria en los sectores que se oponen a la intervención, está diciendo que la OTAN no ha detenido ninguna masacre, que es un invento, que lo que quiere es apoderarse del petróleo y dividir al país.
Esto es apoyar vergonzantemente a Kadafi.
No lo dicen claro, pero al explicar la intervención de la OTAN como para "apoderarse del petróleo" y "dividir al país", al negar que se iba a producir una masacre y al vestir de "agentes de la CIA" a los rebeldes, la única conclusión posible es que Kadafi está actuando como un "antiimperialista" y hay que estar de su parte, aunque se le critique. Esta es la posición no sólo de pequeños grupos, es lo que hay tras los pronunciamientos del PCE e Izquierda Unida.
Esto es negar los hechos. Se dice que los medios exageraron el número de muertos causados por la represión de Kadafi. No sabremos el número de muertos hasta que no caiga. No tenemos más que recordar las amenazas televisadas de Kadafi y su hijo para imaginarnos lo que habrá pasado. Dicen que el imperialismo inventó pretextos similares para intervenciones anteriores. Que ni murió tanta gente en la aldea de Račak en Kosovo, ni en el mercado de Sarajevo, ni en Srebenica.
Si los mismos que dicen esto denunciaran el genocidio planificado que los serbobosnios efectuaron en Bosnia occidental, o el régimen de terror instaurado en Kosovo por Milošević, entonces estas denuncias de hechos puntuales tendrían sentido. Pero cuando se niegan genocidios conocidos por todo el mundo, la hipocresía salta a la vista: sólo se critican las masacres cometidas por "nuestros enemigos" pero no las cometidas por los "amigos", como Chávez califica a Kadafi. Con semejantes argumentos se pierde cualquier autoridad moral.
Otros dicen que sólo cumplen con su deber antiimperialista al "ponerse del lado militar del país que está siendo agredido por el imperialismo". Esto sería verdad si lo entendemos como "ponerse del bando del país que está haciendo una guerra contra el imperialismo". Pero no hay ninguna guerra de Kadafi contra el imperialismo. Kadafi le hace la guerra a los rebeldes, y la intervención de la OTAN ni siquiera tiene el objetivo de derribarlo. En Libia hay una guerra civil. Y ninguno de los dos bandos es "antiimperialista".
Toda esa gente critica a los "ninis", "ni OTAN ni Kadafi" con lógica, porque ellos se quedan con Kadafi, pero son tan deshonestos que no lo dicen claro.

¿LOS REBELDES LIBIOS SON TÍTERES DEL IMPERIALISMO?
Para que todo encaje en su esquema, esta parte de la izquierda está gritando que los rebeldes son "agentes del imperialismo". ¿En qué se basan?
Los servicios secretos italianos (un país aliado a Kadafi) denuncian que militares kadafistas trabajaban por la insurrección junto a los servicios secretos franceses. Los insurrectos levantan la bandera de la Libia anterior a Kadafi (del rey Idris) aunque no se ha oído a ningún portavoz de los rebeldes reivindicar a la monarquía. La plana mayor de los rebeldes esté formada por antiguos kadafistas. Y sobre todo, el Consejo Nacional Transitorio Interino (CNTI) ha pedido la intervención extranjera. Ellos han repetido siempre que no quieren una intervención terrestre, que no quieren que ocurra como en Irak o Afganistán.
Todo esto demuestra que son agentes de la CIA para la izquierda castrista y chavista latinoamericana y europea. Pero no convence en ningún país árabe. Es que allí todo el mundo sabe que los rebeldes se han levantado por democracia contra un régimen tiránico y criminal. Desde luego ni son socialistas, ni antiimperialistas, ni de izquierdas, como no lo fueron los que dirigieron la plaza Tahrir en Egipto, que tiró al tirano que era la pieza clave del imperialismo americano en la región. Por eso toda la izquierda árabe de todos los matices, casi sin excepción, ha tomado partido por los rebeldes.
Es que el CNTI es un gobierno burgués. El día 29 ha publicado su programa: quiere un régimen democrático, con elecciones, partidos y sindicatos legales, derecho de manifestación, igualdad de derechos entre hombres y mujeres, pero también una "asociación" entre el sector público y el privado, y una política que se derive de nuestros "fuertes sentimientos religiosos". Su intención es gobernar Libia defendiendo la propiedad privada, manteniendo el capitalismo. Sólo puede hacer eso asociándose con empresas extranjeras (por ejemplo, petroleras). Además, los beneficios que obtenga del petróleo lo invertirá donde sea más rentable. Es decir, será lo mismo que Kadafi, un gobierno amigo del imperialismo. La diferencia es que, como su legitimidad proviene de ponerse a la cabeza de una rebelión por la democracia, tendrá que mantener ciertas formas democráticas.

¿CUAL DEBE SER LA POSICIÓN DEL PROLETARIADO EN ESTA GUERRA?
Para nosotros, en Libia, como en todas partes, la gran tarea es conseguir que el proletariado, la única clase que puede dar una salida progresista a la situación, se organice como clase y deje de ser un apéndice de otras clases. Esto es más difícil aún en Libia porque en su mayoría se trata de una clase trabajadora inmigrante, no libia, que carece de derechos. No hay duda sin embargo de que la única posibilidad de creación de sindicatos obreros y de un partido obrero está en la participación en la rebelión por la democracia, y no en colocarse al lado del tirano que durante décadas ha impedido cualquier organización propia de la clase. Como no hay duda tampoco de que esto sólo será posible si la organización obrera desde el principio, al mismo tiempo que participa en la lucha armada contra Kadafi denuncia la intervención imperialista y los vínculos de los dirigentes del CNTI con el kadafismo y el imperialismo.
Desde luego esto coloca a los revolucionarios en una posición insólita. El lugar de un revolucionario hoy en Libia es estar del lado militar de los rebeldes. No por ello apoyamos la intervención, estamos porque ésta cese, porque no ayuda.
Por eso, igual que en Bosnia, los revolucionarios tenemos que hacer agitación contra el embargo de armas y a favor de permitir armarse a los rebeldes. Estamos por el derecho del pueblo al levantamiento contra los tiranos. Y hacemos un llamamiento a que vengan voluntarios, especialmente de los países árabes vecinos, a unirse a esta lucha por la libertad. Cuanto más sea la victoria un producto de los propios rebeldes y del apoyo de las masas árabes, menos proclives al chantaje imperialista se encontrarán al día siguiente de la victoria.
Cuando se trata de una guerra civil, hay que tomar partido. Aunque no lo digan claro, los "antiimperialistas" dicen que hay que estar del lado militar de Kadafi. Es decir, del lado del dictador sanguinario precisamente cuando se enfrenta a un levantamiento de su pueblo. La historia los condenará por ello.
2 abril 2011
  • ALTO A LOS BOMBARDEOS DE LA OTAN, NO A LA ZONA DE EXCLUSIÓN AÉREA
  • NO A LA INTERVENCIÓN IMPERIALISTA
  • ABAJO KADAFI. POR LA VICTORIA DE LA REBELIÓN.
  • NINGUNA CONFIANZA EN EL CONSEJO NACIONAL TRANSITORIO INTERINO LIBIO
  • ARMAS Y VOLUNTARIOS PARA LOS REBELDES

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