NO A LA INTERVENCIÓN DE LA OTAN
ABAJO KADDAFI
TODO EL APOYO A LA REVOLUCIÓN EN EL MUNDO ÁRABE
(Este es el contenido del panfleto repartido por el GCI en la concentración en protesta contra la agresión de la OTAN a Libia celebrada el 20 de marzo en Sevilla, convocada por el Foro Social de Sevilla, apoyada por GCI, Corriente Roja, En Lucha y otros).
El pasado día 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado una resolución pidiendo que se establezca una "zona de exclusión aérea" en Libia, con objeto de impedir que Muamar Al Kaddafi siga bombardeando a los rebeldes. La resolución contó con la abstención de Rusia, India, Brasil y Alemania. Fue impulsada por Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Líbano.
La OTAN no ha perdido el tiempo. En estos momentos, día 20, aviones franceses ya bombardean Libia. Zapatero se une a la acción, y las bases de Rota y Morón están en plena actividad. La guerra empezó.
¿QUÉ PASA EN LIBIA?
Kaddafi está contraatacando. Los rebeldes, basados en Bengasi, han constituido un "Consejo Nacional Transicional Interino", que ha tenido posturas contradictorias. Su portavoz, Hafiz Ghoga, negó que quisieran intervención internacional. Pero su presidente Mustafa Abdul Jalil (ex-ministro de Justicia de Kaddafi) había pedido que se establezca una zona de exclusión aérea, aunque rechaza la posibilidad de que tropas de tierra extranjera interviniesen. Nada está decidido aún.
¿EN LIBIA HAY UNA GUERRA ENTRE EL IMPERIALISMO Y LAS FUERZAS DE "LIBERACIÓN NACIONAL" ENCABEZADAS POR KADDAFI?
¿Cuál es el origen de esta guerra civil? Una parte sustancial de la izquierda mundial ha adoptado la interpretación de los hechos que han impulsado Fidel Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega.
Según estos dirigentes, Kaddafi es un líder "antiimperialista" odiado por occidente. Estuvo a la cabeza de una revolución del pueblo en 1977, que resultó en la "Gran Yamahiriya Árabe Libia Socialista y Popular". El petróleo está nacionalizado y la renta petrolera se usa en pos del bienestar del pueblo. Libia ha estado sancionada por el imperialismo hasta 2003. Los rebeldes están manipulados por la CIA y forman parte del plan de EEUU de dividir el país en dos para apoderarse del petróleo.
Casi toda la izquierda stalinista, guerrillerista y nacionalista mundial, especialmente latinoamericana, se ha adherido a esta interpretación. La excepción son las fuerzas nacionalistas, progresistas y de izquierda árabes. Ningún árabe que no sea libio y ligado al régimen ha salido en defensa de Kaddafi y con razón.
Es que esta posición es una vergüenza. En Libia comenzaron manifestaciones y protestas el 15 de febrero contra el dictador Kaddafi. Es que en esa "república popular" todos los partidos políticos están disueltos, hay ejecuciones públicas televisadas de disidentes políticos. En esa "república socialista" existe la propiedad privada y ha habido aumentos brutales de precios de los productos básicos. En esa "república popular" no se distingue entre el patrimonio del estado y el de la familia Kaddafi, que se ha enriquecido enormemente. Los beneficios del petróleo de esta "república socialista" se invertían en participaciones en empresas, sobre todo italianas, como la FIAT. Libia era un país capitalista, con un régimen dictatorial controlado por un tirano excéntrico que planeaba dejarlo en herencia, vaya "república" a alguno de sus hijos. Difícil elección entre esos irresponsables.
LIBIA, PARTE DE LA REVOLUCIÓN EN MARCHA
Las movilizaciones libias anti Kaddafi son el reflejo local de la revolución que ha comenzado en todo el mundo árabe.
El mundo se ha sorprendido con el comienzo del año 2011. El 14 de enero ha sido derrocado Ben Alí, tirano de Túnez desde 1987 por cuenta de Francia. Y el 11 de febrero cayó Hosni Mubarak, tirano de Egipto desde 1981 por cuenta de EEUU. Y no son los únicos. Las movilizaciones han estallado por lo menos en Marruecos, Argelia, Jordania, Bahrein, Yemen e Irak. Incluso en Arabia Saudita ha habido movilizaciones. La específica situación que viven Palestina y Líbano es lo que explica que allí no haya tenido repercusión esta ola de movilizaciones. En Irak las movilizaciones se enfrentan directamente a la ocupación y el régimen que la apoya.
La diferencia es que en Libia, donde una crisis se estaba incubando en el régimen, a la rebelión popular se unieron sectores de éste. Pero el ejército en su conjunto, a diferencia de Túnez o Egipto, permaneció fiel a Kaddafi, que sigue controlando la renta petrolera. De ahí que se desencadenase rápidamente la guerra civil. Son esos sectores los que han formado el Consejo Nacional. Mientras lucha contra Kaddafi, la clase trabajadora no debe dar ningún apoyo a este Consejo.
¿PARA QUÉ LA INTERVENCIÓN DE LA OTAN?
La intervención de la OTAN contra Kaddafi ni lo vuelve bueno, ni convierte en los "malos" a los que luchan contra él, como los bombardeos de la OTAN en 1995 contra los serbobosnios ni convirtieron en buenos a esos racistas sedientos de sangre, ni cambiaba el hecho de que el lado bosnio de mayoría musulmana era el único que luchaba por una república multicultural. La OTAN intervino para forzar el orden bajo su control, como ahora en Libia.
La intervención de la OTAN no tiene como objeto lograr la "democracia" en Libia. Tiene como objeto garantizar el control sobre el petróleo libio. Si la intervención lleva al triunfo del Consejo Nacional libio, servirá para chantajearlo. Pero no tiene porqué llegar a ese punto, puede servir para obligar a Kaddafi a negociar un acuerdo con la oposición. Los EEUU y Gran Bretaña ya tienen suficiente lío con Irak. Cualquier salida sería en beneficio de las potencias imperialistas EEUU, Gran Bretaña y Francia, que son las que impulsan la intervención. Por lo tanto todas irían contra el pueblo.
Es necesario por lo tanto oponerse a la intervención de la OTAN. No porque seamos neutrales en la guerra civil que sacude Libia. Todas las fuerzas populares deben apoyar la caída de Kaddafi. ¡Nada de acuerdos, es el momento de que el tirano sanguinario caiga! Pero para que tenga valor, tiene que ser un logro del propio pueblo libio.
Kaddafi no sólo está usando mercenarios contra su pueblo, parece que ha recibido armas de Argelia y Siria. Los regímenes árabes, temerosos de la revolución empiezan a ayudarse unos a otros. Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos han mandado tropas a Bahrein para aplastar la revolución incipiente. Todos los regímenes árabes, monárquicos o republicanos, islámicos o laicos, pero todos dictatoriales, capitalistas y colaboradores del FMI están temblando. ¡Hay que derribarlos!
LA MONARQUÍA MARROQUÍ CONTRAATACA SANGRIENTAMENTE
La revolución también da sus primeros pasos en Marruecos. Aquí los jóvenes del "Movimiento Juvenil 20 de Febrero" están convocando manifestaciones por la democracia.
Pero el régimen ha respondido como suele hacer. Salvajemente. Poco después del triunfo de los mineros de la contrata SMESI, que tras un largo y duro conflicto que dura desde enero de 2010, han conseguido la readmisión en la empresa principal, la OCP, una nueva lucha ha estallado en la región fosfatera de Jurigba (Khourigba). El 15 de marzo, unos mineros jubilados se manifestaban para que se mantenga la norma vigente de la preferencia en la contratación de los hijos de mineros. La policía los atacó con furia matando a uno. Esto desató una rebelión generalizada en las barriadas populares. Comisarías e instalaciones de la empresa OCP (la principal empresa estatal del país, pero en realidad un negocio personal del rey) ardieron. La represión ha sido salvaje. Por lo menos son diez los mineros muertos y pueden ser más, a los heridos los han escondido para que ni la prensa del régimen pueda verlos y contarlos.
¿REVOLUCIONES DEMOCRÁTICAS O SOCIALISTAS?
La mecánica de estas revoluciones, al principio, parece siempre la misma. Sobre el telón de fondo de la pobreza acrecentada por los aumentos de precios de los bienes básicos, grupos de jóvenes organizados en redes sociales de Internet organizan movilizaciones callejeras bajo consignas democráticas.
De este modo, las revoluciones, producto de la insatisfacción de las masas populares con su insoportable situación, tienen a la cabeza direcciones no populares. En Egipto, una coalición de jóvenes profesionales con carrera y grandes aspiraciones, unidos a políticos burgueses bien vistos en Occidente y a los oscurantistas Hermanos Musulmanes se han convertido en los portavoces "oficiales" de la revolución. Cuanto antes los trabajadores los releven de esa posición, mejor.
Túnez es por ahora la vanguardia de la revolución. Allí, la clase trabajadora ha sido el centro organizador de la revuelta, obligando a la burocracia del sindicato UGTT a ponerse a la cabeza. Dos meses después de la caída de Ben Alí hay una oleada de huelgas, en muchas de las cuales se están ocupando las empresas, con los trabajadores exigiendo no sólo aumentos salariales, readmisiones de despedidos y pase a fijos de los eventuales, sino también la destitución de muchos de los directores benaliístas en las empresas públicas. En estas luchas se están formando asambleas que el periódico económico francés "Les Echos" denomina "soviets".
¡Es lo que deben ser! Las asambleas obreras permanentes que se crean en las empresas y los comités de barrio en defensa de la revolución deben crecer, extenderse y centralizarse a escala de todo Túnez, formando la estructura del contrapoder obrero frente al poder burgués que se tambalea.
Y es que las revoluciones han comenzado pidiendo democracia. Pero la "democracia" limitada a pluripartidismo y elecciones ni da empleo, ni comida, ni educación ni salud. Para conseguir todo esto hay que acabar con la propiedad privada de los medios de producción. Las revoluciones han empezado, han tenido sus primeros logros pero no han acabado: sólo triunfarán con el establecimiento de gobiernos obreros y campesinos que comiencen el camino al socialismo.
Por eso el proceso de lucha en los países árabes responde a lo mismo que el proceso de lucha que sacudió Europa (Grecia, Francia, Portugal) a lo largo de 2010 y 2011, contra los recortes de la Unión Europea. Se trata de la lucha contra las medidas del capitalismo para cargar el peso de la crisis sobre los sectores populares. En ese sentido, la lucha de los pueblos árabes, como la de los trabajadores franceses y griegos, como la del resto del mundo, es nuestra propia lucha.
PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS
20 marzo 2011
- NO A LA RESOLUCIÓN DE LA ONU SOBRE EXCLUSIÓN AÉREA EN LIBIA, NO A LA INTERVENCIÓN DE LA OTAN, ALTO A LOS BOMBARDEOS
- ABAJO KADDAFI, NINGUNA CONFIANZA EN EL CONSEJO NACIONAL LIBIO
- LA REVOLUCIÓN ÁRABE NO HA TERMINADO, SÓLO HA DADO SUS PRIMEROS PASOS
- NINGÚN APOYO AL EJÉRCITO EGIPCIO, NINGÚN APOYO AL GOBIERNO TUNECINO, VIVA LA LUCHA INDEPENDIENTE DE LA CLASE TRABAJADORA
- SOLIDARIDAD CON LOS MINEROS DE JURIGBA, CON LOS JÓVENES DEL 20 DE FEBRERO, ABAJO LA MONARQUÍA MARROQUÍ
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