lunes, 11 de mayo de 2015

ELECCIONES MUNICIPALES 24 DE MAYO:

ABRIR UN RESQUICIO A LA APARICIÓN DE UNA ALTERNATIVA OBRERA REVOLUCIONARIA
Reunión en Madrid de “candidaturas ciudadanas”. En primera fila, Xavi Matilla de Terrassa en Comú, Xulio Ferreiro de Marea Atlántica, Ada Colau, de Barcelona en Comú, Manuela Carmena, de Ahora Madrid,Ysabel Torralbo de Málaga Ahora y Pedro Santisteve de Zaragoza en Común. Por detrás, la tercera desde la izquierda, Susana Serrano, de Sevilla Participa.

El 24 de mayo serán las segundas elecciones de este año, pero no las últimas. Serán las elecciones municipales y también autonómicas en todas las comunidades salvo Andalucía, Galiza, Comunidad Autónoma Vasca, Catalunya y Canarias, amén de otras instituciones intermedias entre ayuntamientos y comunidades autónomas. Por eso están tomando un carácter de primera vuelta de las elecciones generales. Esto a pesar de la diversidad de problemáticas y temas muy especificos locales que atraviesan esta convocatoria. Es que en una situación tan fluida desde el punto de vista electoral como la que vivimos, la “foto fija” que representará el resultado de estos comicios, más allá incluso de la nueva relación de fuerzas en las que desemboque según el nuevo reparto de cargos institucionales, va a ser el marco inmediato de cara a las elecciones generales de noviembre.

Lo primero que habría que destacar es la ausencia de Podemos en las municipales. Se trata de una estrategia del grupo “tuerkista”, Iglesias, Errejón, Bescansa (del que se ha descolgado Monedero), que ya lo hizo aprobar en Vistalegre. Las elecciones municipales son más un peligro que una oportunidad para un partido que todo se lo juega a ganar las generales, que se acaba de formar y no se puede fiar de sus propios candidatos aparecidos de la nada y para el que nada sería más letal que un escándalo de corrupción de los que la administración local es tan pródiga.
En lo que se refiere a las autonómicas, no hay nada especial, en general se presentan candidaturas de Podemos e IU. Pero la ausencia de Podemos con su sigla de las municipales ha propiciado el surgimiento como hongos de candidaturas que optan a competir por ese espacio electoral. Candidaturas que beben de la misma fuente ideologica que Podemos y el 15M, la “indignación ciudadana”. Este proceso tiene su punto de partida en Guanyem Barcelona, candidatura encabezada por Ada Colau dirigente del movimiento antidesahucios (por motivos legales, ha acabado cambiándose el nombre por Barcelona en Comú), que incluye a Podemos, ICV, etc. Iniciativas semejantes se han extendido a otras ciudades, con tal fuerza que IU y Podemos se han visto empujados a participar en ellas. Además en muchas otras localidades, el impulso de los circulos de base de Podemos ha hecho que se presenten como agrupación de electores sorteando así la prohibición de concurrir a las municipales.
Algunos procesos de creación de candidaturas ciudadanistas unitarias han sido especialmente enmarañados. En Madrid capital se comenzó con Ganemos Madrid y ha acabado habiendo una candidatura, Ahora Madrid, levantada por Podemos, un sector de IU, la corriente “autónoma” “Observatorio Metropolitano” y apoyada por CR. Y por otro lado, hay una candidatura del sector “oficialista” de IU-CM. En Sevilla Ganemos Sevilla estalló y finalmente IU se presenta sola, por otro lado Equo se presenta apoyada por el sector “oficial” de Ganemos, otro sector de Ganemos junto con Podemos monta Sevilla Participa y finalmente los exverdes exIU se presentan como “Ganemos Sevilla Sí se puede”. Hay más líos similares por ahí.
La razón de estos líos es fácil de comprender. Todas las encuestas dan grandes posibilidades a estas nuevas candidaturas. Su popularidad se debe a que aparecen como “de base”, producto del “empoderamiento ciudadano” y no como portadoras de un programa o alternativa determinada. Por eso para todos los grupos y grupetes que participan en ellas, IU, Podemos y muchos más,, es fácil intentar colocarse en puestos en los que se vaya a salir. Por eso todos los debates tienen que ver con cuestiones formales -”partidos instrumentales”, agrupaciones de electores, coaliciones...- en lugar de tener que ver con cuestiones programáticas. La rebatiña por los cargos se camufla detrás de las apelaciones a la “pureza democrática”, el “asamblearismo” y demás.

El significado político de estas candidaturas
Muchos sectores de la clase obrera hartos de la política de gestión de la austeridad seguida por el PSOE e IU votarán por estas nuevas candidaturas. Es muy posible que en el plano local levanten algunas reivindicaciones correctas por problemáticas muy específicas, pero nos interesa tener una visión de conjunto de este fenómeno electoral local, ver en que medida son parte de una alternativa para nuestra clase.
Por eso, nosotros llamamos a votar por aquellas candidaturas populares que incluyan representación del movimiento obrero y sus luchas y que en sus programas levanten medidas de defensa de los servicios públicos, contra las privatizaciones, etc, que se encaminen a convertir el ayuntamiento en una trinchera de defensa de las conquistas sociales de la clase trabajadora y el pueblo. Pero no hacemos un llamamiento genérico en favor de este movimiento, no creemos que de por sí un triunfo arrollador de estas nuevas candidaturas signifique nada parecido a la “revolución democrática” de la que habla Ada Colau comparándola con las municipales de 1931.
Desde estas hojas venimos analizando el movimiento que llamamos “ciudadanista” que recoge la herencia del 15-M y que ha desenvocado en Podemos, pero también en estas candidaturas municipales. Su interclasismo, no poniendo como protagonista a la clase obrera y sus luchas; su “democratismo” centrado en cambiar tal o cual aspecto del régimen sin plantear la necesidad del socialismo, la necesidad de transformar la sociedad acabando con este sistema que padecemos; su búsqueda cada vez más descarada del centro político con una deriva más y más moderada; los convierten en un nuevo aparato reformista, en una nueva socialdemocracia pero sin la trayectoria de ésta lo que supone un nuevo obstáculo con el que el pueblo trabajador tiene que hacer su experiencia y superar hasta conformar una alternativa propia, de clase y verdaderamente revolucionaria.
Por todo esto, es especialmente lamentable que organizaciones y grupos que se dicen de clase y revolucionarios, incluso “trotskystas”, participen en estas candidaturas, porque en la práctica contribuyen a darle un aval de izquierda y a desorientar a los sectores que buscan una verdadera salida a la situación. Son los casos de En Lucha, Lucha Internacionalista y Corriente Roja.

¿Qué alternativa entonces?
Una alternativa obrera y revolucionaria es necesaria, cada vez más necesaria. Las próximas elecciones generales serán una oportunidad aún para empezar a levantarla, con un programa contra los recortes, por reivindicaciones democráticas (República, autodeterminación o derecho a decidir su futuro las nacionalidades, etc) y por una salida socialista a la crisis. Para esto los grupos y organizaciones que se reivindiquen revolucionarios, de clase deben romper con su adaptación a las corrientes ciudadanistas y formar una candidatura con esos ejes. Una candidatura que tendría un apoyo muy minoritario, pero que empezaria a ser una referencia para sectores de trabajadores y jóvenes desengañados con el ciudadanismo y para los activistas que no encuentran ahora una alternativa.
La leve recuperación económica de la que tanto alardea el PP es un espejismo alimentado por la salvaje sobreexplotación, precariedad y desempleo, que se desvanecerá pronto para caer en una nueva fase de la crisis aún peor. El primer gran envite de la crisis, a partir de 2009 ya ha hecho sentir sus efectos superestructurales. El 15M nació en 2011, el hundimiento de la socialdemocracia permitió ese año ganar al PP con mayoría absoluta pero sin un número cualitativamente mayor de votos. Las elecciones europeas de 2014 y las autonómicas andaluzas de hace un mes han certificado la crisis por derrumbe de IU. Han dado lugar a la aparición fulgurante de Podemos que,de ser un acuerdo entre Izquierda Anticapitalista y un grupo de profesores de la Complutense de Madrid inspirados en un refrito de Gramsci, Chavez y Laclau, se convirtió de la noche a la mañana en un movimiento de masas y un serio contendiente electoral. Y finalmente, una campaña orquestada desde distintos medios ha catapultado a Ciudadanos de ser una pequeña organización dedicada a defender el españolismo en Catalunya a disputarle el puesto a Podemos de ser el receptor de la “indignación” contra el “bipartidismo”.
En este momento estamos en una encrucijada. Las encuestas parecen indicar que las elecciones de noviembre se situarán en el cruce de caminos: se espera un empate técnico entre los cuatro, más o menos un 25% para PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Este empate técnico se refleja en el impasse en la investidura de Susana Díaz en Andalucía. Es decir, que la tendencia es al hundimiento del viejo “bipartidismo”, que sería sustituido por el nuevo: Podemos y Ciudadanos. Como tantas veces hemos alertado, esto significaría una refundación del sistema de partidos sin tocar ni el régimen monárquico centralista del 78 ni el capitalismo. Todo lo contrario, sería un poderoso obstáculo para avanzar en derribar ambos. Por eso, la tarea de los proletarios conscientes es intentar que en Noviembre, frente a los cuatro partidos defensores del capitalismo surja, aunque sea embrionariamente, una alternativa revolucionaria y anticapitalista. Eso sería el cambio, porque no sólo Ciudadanos sino también Podemos son el recambio.
Cada lucha, cada comicio tiene que ser la ocasión para avanzar en construir la alternativa revolucionaria comunista que necesitamos.
Grupo Comunista Internacionalista, 11-V-2015

  • VOTAR LAS CANDIDATURAS QUE POR COMPOSICIÓN Y REIVINDICACIONES
    REFLEJEN LA LUCHA OBRERA Y POPULAR
  • TRABAJAR POR UNA ALTERNATIVA REVOLUCIONARIA
    FRENTE AL BIPARTIDISMO QUE CAE Y EL QUE SURGE

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