jueves, 22 de marzo de 2012

Elecciones andaluzas, 25 de marzo

ELECCIONES ANDALUZAS:
PUGNA ENTRE EL CACIQUE QUE CAE Y EL QUE ENTRA
El próximo 25 de marzo se celebran las elecciones autonómicas andaluzas. Se realizan en un marco muy especial.

Por un lado, para Rajoy Andalucía es el único reducto que sigue fuera de control (el gobierno vasco de López es un gobierno de coalición entre PSE-PSOE y PP). Ganar estas elecciones es una prioridad del gobierno, la razón para no haber presentado aún unos Presupuestos Generales del Estado, la razón por la que se ha estado haciendo el remolón ante las nuevas exigencias de recortes de la Comisión Europea, aunque finalmente hayan acabado tragándolas. Con ser salvajes las medidas ya aprobadas (subida fiscal, reforma laboral...) todos los analistas coinciden en que Rajoy guarda más ataques en el armario a la espera de estas elecciones.
Pero también son unas elecciones que se producen en medio del camino hacia la huelga general que CCOO y UGT finalmente anunciaron el 9 de marzo. Desde el punto de vista de la lucha de clases, no son más que un episodio de importancia menor en el camino a la prueba de fuerzas que va a significar esta huelga.
Entonces, en estas elecciones lo de menos es Andalucía. Ninguna de las opciones que se enfrentan con posibilidades plantea nada que vaya a modificar lo más mínimo el lugar de Andalucía como territorio relativamente subdesarrollado, de bajos salarios, desindustrializado, suministrador de materias primas y mano de obra barata, que hoy tiene. En cualquier caso, todos los vaticinios predicen una clara victoria para el PP, quizá incluso mayoría absoluta. Esto a pesar de que parece producirse un giro, aunque parezca leve, hacia el PSOE. Todo se debe claro está a la política salvaje del gobierno central. Aún así muchos andaluces nos esperamos lo peor y es que el señorito Arenas en todos sus discursos se da ya por ganador. Este señorito se caracteriza por lo mismo que Rajoy en su campaña, es decir, por no decir nada y dejarse arrastrar por la corriente a favor de la desidia de los votantes hacia el partido socialista. Parece un calco de lo que pasó en las generales.

¿El fin del feudo del PSOE en Andalucía?
La situación en la Junta de Andalucía tiene un aire de “fin de siglo”. Tras casi 30 años de gobierno, el PSOE puede ser desalojado de su feudo andaluz en medio del escándalo de la corrupción de los ERE`s. El dinero dedicado a ayudas a los empresarios y a pagar indemnizaciones destinadas a hacer aceptar a los trabajadores los despidos colectivos se concedía a dedo a los amigotes por un borracho cocainómano, con el visto bueno de sus superiores, que podría resultar que fueran incluso los dos últimos presidentes autonómicos, Chaves y Griñán. Digno final para el PSOE en Andalucía.
En su desesperación, la Junta ha convocado oposiciones docentes (que el ministro de educación Wert ha saboteado), concursos de traslados de dudosa legalidad, sacado innumerables plazas, etc. Es decir, creando un caos para el próximo gobierno andaluz, en un reconocimiento tácito por adelantado de su derrota. Va a tener que ser Arenas el que complete el trabajo iniciado por el PSOE con la “agencialización” usando la nueva reforma laboral para despedir miles de empleados públicos andaluces.
Pugna burguesa por ser el tercer partido
Peleándose por ser el tercer partido abiertamente burgués -y el cuarto con representación en el parlamento andaluz, están el PA y UPyD. Parecen muy distintos, porque el primero es regionalista, que no nacionalista, y el segundo ferozmente centralista y españolista. Pero pugnan por el mismo electorado, como lo demuestra que se están robando mutuamente informaciones en la campaña. UPyD se caracteriza por un programa claramente de derechas que pide la recuperación de las competencias autonómicas por el poder central ya sean educación, sanidad y justicia. Nos consideran una sociedad acostumbrada a las subvenciones y que el único motor de ésta es, cómo no, la agricultura y el turismo. Vamos que recibiremos a los turistas con guitarra y sombrero cordobés.

Izquierda Unida, aspirante a ayudante del PSOE
IU LV-CA trae un discurso más enfrentado a la situación de crisis y la realidad social, que se sitúa a la izquierda del PSOE. Pero al mismo tiempo quieren aparecer como los representantes políticos de la burocracia sindical. Están contra la reforma laboral pero no contra la “concertación social” que llevan décadas practicando UGT y CCOO con la CEA y la Junta. Defienden acríticamente a los burócratas sin mencionar que inmediatamente antes de la reforma laboral acababan de firmar un acuerdo con CEOE y CEPYME que incluía movilidad geográfica de los trabajadores, sueldo según producción, reconocimiento del teletrabajo, descuelgue de las condiciones del convenio…, ¿Esta IU a favor de estos acuerdos?
Todo el mundo sabe que Valderas y el PCA lo que proponen es una alianza al PSOE para que siga gobernando si el PP no saca mayoría absoluta. Nosotros no defendemos la postura de IU Extremadura -”neutralidad” que en la práctica es complicidad con el PP, en nombre de que “PP y PSOE son iguales”. No, para nosotros PP y PSOE son iguales en su política pero no en su apoyo social. Si el voto de IU es necesario para desempatar, debe votar a favor de Griñán contra Arenas, para demostrar a los trabajadores, que siguen siendo la principal base electoral del PSOE, que realmente se plantea parar al PP. Pero es imposible tomar responsabilidad, menos aún participación, en el gobierno de Griñán porque este gobierno, en la actual situación, no puede ser otra cosa que un gobierno antiobrero, dedicado a aplicar las medidas de Madrid y la Unión Europea en Andalucía.
El candidato nº 1 por Sevilla, Juan Manuel Sánchez Gordillo, se opone abiertamente a la perspectiva de un gobierno de coalición. Pero Gordillo demostró que su oposición a la dirección del PCA es puramente verbal cuando rompió con Corriente Roja para no salir de IU (2004) y cuando se opuso al nuevo Estatuto de Autonomía del que IU fue uno de los abanderados (2007), aunque nadie se enteró fuera de Marinaleda. Comprendemos que IU será el voto mayoritario entre los sectores más avanzados de la clase trabajadora, pero eso no cambia su carácter. Sigue siendo un tapón de contención que impide el avance de la conciencia de la clase trabajadora hacia posiciones revolucionarias.
En el campo de la izquierda reformista hay que incluir a EQUO aunque no se presenta como una organización de clase sino como una alternativa neohippie, oportunista y capitalista. No tiene posibilidades, y si las tuviera acabaría como Los Verdes, gobernando con el PSOE.
En todas las provincias de Andalucía se presenta una lista con el nombre PCPA, aunque en algunas se trata de la rama andaluza del PCPE y en otras el PCPA “independiente”. Peleados como están, ambas son fuerzas stalinistas clásicas, nostálgicas de la URSS y admiradoras de Corea del Norte, que en general combinan un “comunismo” folclórico con un perfil “nacionalista” andaluz y una política más centrada en acercarse a las minúsculas fuerzas independentistas andaluzas que a construir una alternativa de clase.

Dos candidaturas con participación de fuerzas que se reivindican de la revolución proletaria
En dos candidaturas encontramos participación de fuerzas revolucionarias, es decir, trotskystas.
En Cádiz, Huelva y Sevilla se presenta Socialistas y Republicanos (SyR), coalición entre el POSI, ISI (lo que queda del PASOC) y Unión Republicana, un partido burgués. SyR tiene elementos buenos en su programa, rompe con el marco constitucional monárquico y europeo, defiende el derecho de autodeterminación de los pueblos, igualdad entre nativos y extranjeros, reforma de la ley de partidos, salario mínimo de 1100 €, derecho a la vivienda, recuperación de los sindicatos por los trabajadores…
Pero en otras se revela el carácter de la coalición. Por ejemplo cuando habla de Reforma Agraria dice quitar las tierras y los latifundios de dudosa titularidad ¿Qué entienden por dudosa? Los latifundios no son dudosos en su titularidad, están claramente declarados, ¿acaso la duquesa de Alba no tiene declaradas sus tierras? No proponen la expropiación de las tierras para entregárselas a los campesinos. También, como IU, hablan de subvencionar a las PYMES.
Es que el objetivo declarado de la coalición es derribar a la monarquía y colocar en su lugar una “república federal”, es decir, una república burguesa, capitalista. Toman como lema “república de trabajadores de todas las clases”, que estaba en el artículo 1 de la constitución de la república de 1931. Este marco, de no salir de la democracia burguesa y la propiedad capitalista, esteriliza todo el resto del programa.
Sorprende la presencia del POSI en esta candidatura. El lambertismo, la corriente trotskysta a la que pertenece este partido tradicionalmente ha tomado como bandera la lucha por la independencia política de clase, incluso exagerando esta tarea por encima de otras. Y ahora se presenta a las elecciones en una coalición que incluye a un partido burgués, una coalición que en sus materiales afirma como su objetivo “reconstruir el Frente Popular de 1936”, es decir, llevar a cabo la subordinación de la clase trabajadora a la burguesía “republicana” para proclamar una república burguesa. La exageración de la importancia de las reivindicaciones democráticas está en la raíz de esta barbaridad. Frente a esto, todo lo que la coalición dice sobre independencia de clase, recuperar los sindicatos, etc, carece de sentido.
Por otro lado, en todas las provincias salvo Huelva y Almería se presenta ECNP (Esta Crisis No la Pagamos). Es una candidatura impulsada por Corriente roja, organización que agrupa sobre todo a los partidarios de la LIT-CI en España. Sus propuestas son una mezcla de demandas históricas de la izquierda y del 15-M. Así incluye demandas tales como suspender los pagos de la deuda y realizar auditorías que investiguen los fraudes del PP y del PSOE. También incluye nacionalización de la banca y cajas y reformas fiscales para aumentar los impuestos a los ricos. En su programa estos dos puntos aparecen como la gran solución para crear empleo, garantizar subsidios, solucionar el problema de la vivienda, la sanidad y la educación. Ni siquiera dice la banca nacionalizada estaría bajo control obrero. El programa está desligado de cualquier llamamiento a un nuevo partido para la clase trabajadora, a la recuperación de los sindicatos, al establecimiento de un gobierno de los trabajadores, al planteamiento claro del comunismo-socialismo como alternativa al capitalismo. De ese modo, un programa que es propagandístico, no para la movilización inmediata, queda ambiguo, ciudadanista, recuperable por el sistema.
En resumen, ninguna de las dos candidaturas levanta claramente la necesidad de la independencia política de la clase trabajadora, su necesidad de un partido propio, ni tampoco que el único programa se salida a la crisis mortal del capitalismo es el de su derrocamiento, el de la revolución proletaria. Parece que todos están dispuestos a cambiar el capitalismo para salvarlo.

Es necesario avanzar en construir una alternativa
Nuestro grupo, el GCI, es demasiado embrionario para haber sido siquiera un actor en las discusiones en la izquierda de cara a las elecciones. Nuestra posición es que es urgente cubrir la necesidad de construir una organización revolucionaria, que en estas y otras elecciones se presente como una alternativa anticapitalista, de clase, internacionalista, que muestre que la única salida de la crisis pasa por la lucha contra el burgués, que hasta que no despojemos a éstos de los medios de producción y los controlemos nosotros no habrá solución para el proletariado y su sino histórico de explotado. En definitiva una organización comunista revolucionaria dispuesta a luchar por los intereses de los trabajadores y contra los de la burguesía, que nos lleve hacia el comunismo y que no le de vergüenza decirlo y menos en una campaña electoral.
Sin embargo, estamos ante unas elecciones. No votar o abstenerse no es opción, no ayuda. Si el voto no decide nada por si mismo, sí ayuda a visibilizar una posición de clase.
Llamamos a votar a las candidaturas que explícitamente se reivindican de la clase trabajadora: IU LV-CA, PCPA, SyR, ECNP. Hacemos un llamamiento a que las fuerzas partidarias de la independencia de clase del proletariado (entre las que destacan algunas que forman parte de SyR y ECNP) a seguir trabajando en el camino de ir levantando una fuerza que se identifique claramente ante las masas como de clase, no “ciudadana” ni “popular”, que levante un programa de transición que no tema hablar en público de comunismo. Una fuerza que se presente como alternativa y no complementaria a las dos corrientes traidoras del movimiento obrero, el PSOE e IU (PCE). En ese camino, nos comprometemos a ayudar en la medida de nuestras fuerzas.
Grupo de Comunistas Internacionalistas
20 de marzo 2012

-ni PSOE ni “cambio” a peor, por una alternativa obrera
-Ni voto a fuerzas burguesas, PP, PA, UPyD, ni al PSOE, que lleva décadas en Andalucía gobernando para los patrones
-voto de clase a IU LV-CA, PCPA, SyR, ECNP
-El voto obrero y campesino a IU LV-CA es contra la política capitalista del PSOE, no para apuntalarlo en el poder, que el PCA no traicione a sus votantes
-Usar las discusiones de la campaña electoral para hacer avanzar la preparación de la huelga general del 29M
-Dar pasos para construir una alternativa independiente de la clase trabajadora, de clase, estatal, internacionalista, armada con un programa democrático y de transición contra el capitalismo

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